¿Te has parado a pensar alguna vez en las funciones de tu columna vertebral?  Realmente, creo que no solemos ser conscientes de ello hasta que una lesión nos limita el movimiento o literalmente nos obliga a parar. La columna vertebral tiene un maravilloso diseño que nos permite mover el tronco, mantenernos erguidos y proteger la médula espinal, que es la prolongación del cerebro y que entre otras cosas nos permite mover las extremidades o sentir, en definitiva, transmitir información entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Las vértebras, en cada zona de nuestra columna tienen el diseño perfecto para desempeñar su función, el peso de la parte alta del cuerpo va recayendo sobre las vertebras inferiores que de forma progresiva van siendo más anchas para soportar más peso y transmitir ese peso a la pelvis y las piernas.

Las vértebras están diseñadas con algunas variaciones que les permiten recibir más carga en la parte posterior de la vértebra (las articulaciones interapofisarias) en la zona cervical y lumbar y están preparadas para recibir más carga en la parte anterior de la vértebra (el disco intervertebral) en el caso de las vértebras dorsales, esto condiciona la amplitud y la dirección de los movimientos en cada parte de la columna.

La columna vertebral, vista de perfil, tiene unas curvas naturales que se forman en la infancia y que le permiten absorber la presión de los impactos que se dan en la vida diaria, contribuyendo a proteger la salud de toda la columna y a darle fortaleza.

Con los años, igual que sucede en todo el cuerpo, se va dando un proceso de envejecimiento de la columna. Hay factores que aceleran los problemas en la columna como son la pérdida de la alineación correcta. Tanto cuando estas curvas aumentan, generándose hiperlordosis (aumento de la curva lumbar y cervical), o disminuyen, generando una hipolordosis o rectificación de esas curvas (debido a malos hábitos posturales o traumatismos) comienzan los problemas, incluso cuando la persona aún es jóven. (Dedicaré otro post a la escoliosis.)

Al cambiar este sistema de reparto de cargas,  determinados músculos y ligamentos en su intento de proteger y estabilizar el cuerpo, aumentan el tono contribuyendo a fijar esa postura,  eso va haciendo que la presión aumente en determinados puntos  y vaya generando un desgaste articular en las articulaciones interapofisarias  (en el caso del aumento de la curvatura en las regiones cervical y lumbar ) o  el aumento de la presión sobre el disco intervertebral de forma mantenida ,generando deshidratación y perdida de altura en los discos intervertebrales en el caso de la hipo-lordosis  o rectificación de una o varias de las curvas de la columna. Ese cambio en la alineación de nuestra columna nos predispone con el tiempo a padecer, según sea el caso, de ciertos problemas degenerativos como la artrosis o discopatías en nuestra columna.

Los discos intervertebrales son cartilaginosos y hacen la función de amortiguadores permitiendo que haya cierta distancia entre los cuerpos vertebrales manteniendo esas estructuras sanas, permitiendo a su vez, que los orificios por donde salen las raíces nerviosas de la médula,” el foramen neural”, tengan el espacio suficiente para no ser comprimidas.

Se dice que nuestro esqueleto no está pensado para que vivamos tantos años. Yo añadiría, que nuestro esqueleto no está diseñado para estar sentados y mucho menos en el tipo de asientos en el que pasamos horas y horas; eso asientos (sofás, sillas, el asiento del coche ) nos obligan a posicionar la pelvis y la columna de una forma que  favorece  de forma progresiva la pérdida de las curvas y la deshidratación de los discos intervertebrales. Eso supone perdida de altura de esos discos y la disminución del espacio entre los cuerpos vertebrales, volviendo a los discos más frágiles y vulnerables ante la presión mal repartida por las estructuras y más propensos a herniarse con la presión mantenida o cualquier esfuerzo.   

Y… ¿Hay esperanza ante este panorama?

Igual que los discos intervertebrales se deshidratan en determinadas posturas como son las flexiones de columna mantenidas en el tiempo, por ejemplo, sentarse dejando caer la zona lumbar hacia atrás (donde los discos se van dañando sin que sientas ese daño, salvo en fases degenerativas avanzadas), tienen la capacidad de re-hidratrarse, hasta cierto punto, y re-crear las curvas fisiológicas y disminuir la presión sobre los discos con un trabajo terapéutico (que llevará cierto tiempo). En los últimos años se ha comprobado que las extensiones de la columna mantenidas de cierta manera y por cierto tiempo, son los movimientos más indicados en patologías de la columna vertebral como las protrusiones o hernias discales postero-laterales, contribuyendo a equilibrar y mantener la columna fuerte y flexible, así como la disminución de la presión sobre los discos intervertebrales al trabajar con la cámara pneumo- visceral.

Como cada persona es un mundo, en los talleres de Yoga Terapéutico profundizamos en las particularidades de cada persona, en ciertos detalles, como la forma en que se está repartiendo en peso del cuerpo, la posición de los pies, las rodillas, las caderas, la pelvis, el tórax, los hombros, la cabeza y cómo afecta eso al resto del cuerpo.   El sistema musculo-esquelético es un sistema de poleas y cadenas miofasciales en el que todas las estructuras se influyen entre sí.  Cuando se produce un desequilibrio eso afecta al resto del cuerpo.

El Yoga terapéutico te ayudará a tomar consciencia de los hábitos posturales dañinos que llevan con el tiempo a la lesión y en cómo la forma de” interpretar y estar en el mundo” afecta a tu postura y al uso que haces de tu cuerpo.

Si quieres cuidar de tu columna vertebral ya sea porque ya tienes una lesión o patología diagnosticada o porque quieres “prevenir antes que curar” te recomiendo echar un vistazo a las próximas fechas que tengo previstas para los talleres Terapéuticos y/o visitar en la sección de clases Online grabadas, las clases terapéuticas para la columna vertebral donde de forma progresiva voy subiendo clases que te ayudan a tener una columna saludable.

 Que estés en perfecto estado de SALUD. Sonia